LO QUE DEJARON LOS REYES MAGOS

LO QUE DEJARON LOS REYES MAGOS

Autor:Jaime Contreras

Imagen Uno de Melilla

Los Reyes en su mágico viaje depositaron la madrugada del 6 de enero debajo del todavía erguido Árbol de Navidad los regalos que conmemoran aquel día que ceremoniosamente repetimos de la Fiesta de la Epifanía. Una tradición que recuerda los hechos que la biblia cuenta sobre los presentes que recibió el niño Jesús de parte de tres sabios de oriente: mirra, incienso y oro.

Nuestros reyes se lucieron pues, según datos de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco) en su boletín No. 391, se previó un aumento de casi 3% respecto de enero del año pasado. Proyectaron también que las tres majestades gastarían en promedio de 1,500 a 2,000 pesos. Habría que confirmar que la derrama económica esperada de 3 mil 488 millones de pesos se haya cumplido.

Año / Ventas de enero en miles de pesos / Porcentaje respecto al del mes del año pasado

2016 / 60,107,714 / 7.5

2017 / 62,031,161 / 3.2

2018 / 64,202,251 / 3.5

2019 / 66,702,417 / 4.5

2020 / 67,388,846 / 2.9

Fuente: Canaco, Boletín N. 891, 2 de enero de 2020.

¿Qué es lo que más buscaban los reyes para los niños bien portados? Autos de control remoto – nunca pasarán de moda–, muñecas, bicicletas, pelotas, videojuegos (ya sea consolas o cartuchos), tabletas, laptops, celulares, zapatos y ropa e incluso motonetas. La mala noticia es que la producción nacional ha decaído y de las adquisiciones solo representa 46.7 %. El resto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que corresponde a 53.3%, el 80% es manufacturado en China, le sigue los procedentes de EEUU con 6.6%, Vientam 1.7% y Hungría 1.6 por ciento.

Por otra parte, Melchor, Gaspar y Baltazar a través de la cuenta de Twitter de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) lanzaron una recomendación a favor del medioambiente: no enviar sus cartas a través de globos porque éstos pueden viajar hasta 3 mil kilómetros y caer en ríos, mares u otro terreno donde puede ser confundido con comida por la fauna local y asfixiarlos, o tardar hasta 450 años en degradarse. Así se echaron a andar los buzones en las oficinas postales de todo el país para hacer llegar a los sabios las peticiones a través de un medio mucho más sustentable.

Mientras en México partimos la Rosca de Reyes –tratando de evitar un muñeco de plástico (representación del niño Jesús), donde nuestra intuición nos diga–, en España comparten el Roscón de Reyes eludiendo también una haba o habichuela para librarse del pago del pan compartido en contraste con nuestros paisanos que se comprometen a pagar los tamales el Día de la Candelaria (2 de febrero). En promedio, según la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), la tradición de partir la Rosca costó, en promedio, 510 pesos entre el pan, el chocolate con leche o atole, entre otros insumos como platos desechables.

Así es como observamos que las fiestas tradicionales son también una oportunidad para el comercio y activar la economía de grandes y pequeños negocios.