Brecha de género en la oferta de productos financieros

Por: Miriam Islas
Directora de Competitive Benchmarking – Master Research

Imagen de wayhomestudio (Freepik)

La aportación de las mujeres en todos los ámbitos ha cobrado relevancia en los últimos años, y no es de sorprender si tenemos en cuenta que demográficamente tenemos una representación porcentual mayor a la de los hombres y registramos un incremento sostenido en la población económicamente activa; en los último 10 años, la tasa de participación económica para mujeres creció 15.7 puntos, se ubicó en 49% previo al cierre de 2020.

En el tema financiero, aun cuando la brecha de género se ha reducido en productos de captación, pues es de tan solo -0.4%; en colocación el panorama es diferente, en tarjeta de crédito y crédito hipotecario la brecha incrementa hasta un -2.2% y 25.1% respectivamente, según datos de inclusión financiera al tercer trimestre del 2020. De igual manera, en el mismo informe, se puede observar que las mujeres con relación a los hombres ahorraron menos en una cuenta y utilizaron menos su tarjeta de crédito.

En cuanto a la oferta de productos, recientemente Banco Azteca lanzó la Cuenta Somos exclusiva para el mercado femenino, uno de los atributos principales es que incluye consultas y exámenes médicos especializados en la mujer, una oferta atinada si tenemos presente que el 23.1% de las mujeres con un crédito informal activo lo destinan para cubrir gastos de salud. En el mismo terreno se ubica Banorte, cuya cuenta Mujer Banorte, además ofrece un seguro de enfermedades de la mujer y seguro de vida; y Mujer Emprendedora¸ de Citibanamex, dirigida a mujeres con actividad empresarial con enfoque digital. Cabe mencionar que, de las instituciones con mayor participación de mercado de la banca múltiple, son los tres únicos bancos que tienen una oferta de captación dirigida a mujeres, de acuerdo con el análisis de la oferta de productos bancarios realizada por Master Research.

Referente al crédito la oferta es más amplia en microfinancieras, quienes han analizado perfectamente el mercado identificando las siguientes variables:

1) La segmentación de mujeres por actividad (las trabajadoras subordinadas, las emprendedoras o trabajadoras independientes y las mujeres dedicadas al trabajo no remunerado).
2) La importancia del acceso a un crédito (el 23% de las mujeres que no tienen un crédito formal es porque no cumplen los requisitos).
3) El índice de morosidad de las mujeres es menor, es decir, son mejores pagadoras; de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo financiero o solidario, 99 lo paga íntegramente.

En sí la oferta se enfoca a créditos grupales para el subconjunto de mujeres emprendedoras o trabajadoras independientes cuyos requisitos son menores a los de la banca múltiple en general; sin embargo, el costo anual total de éstos es de hasta un 150% o incluso mayor.

De la banca múltiple destacan Banco Compartamos, que tiene una oferta de crédito grupal para mujeres y Banorte con una tarjeta de crédito.

He aquí las razones por las cuales es necesaria la participación y atención del mercado femenino en el sector financiero y, en este sentido, tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Asociación de Bancos de México comunicaron su compromiso de impulsar la creación y promoción de productos y servicios con perspectiva de género e inclusión financiera.

Sólo nos queda esperar a ver qué instituciones, no sólo bancarias, identifican el potencial y desarrollan alguna oferta que permita mejorar la inclusión de las mujeres en el sistema financiero e impulse su crecimiento económico.