Nuevos modelos de negocio para restaurantes

Por: Janine Porras

Nuevos modelos de negocios para restaurantes

Nuevos modelos de negocios para restaurantes

Foto: emy (Unsplash)

México es reconocido mundialmente por su cultura, sus paisajes, su clima, su hospitalidad y su comida. 12 de los primeros 50 mejores restaurantes de Latinoamérica son mexicanos, porque qué mejor manera de convivir con los demás si no es alrededor de una mesa. ¿Y qué innovación se está gestando en esta industria?, ¿qué ideas están montando en la mesa no solo mexicana, sino mundial? Ya hemos dado un paseo por las Fintech y la banca, ahora vayamos a los restaurantes.

Un concepto que ha sido bien recibido es el de bares o restaurantes ocultos que pueden estar montados en el comedor de algún departamento en un barrio popular o dentro de alguna vieja casona que por fuera no da pistas de ofrecer ningún producto culinario. Generalmente, estos bares o restaurantes proponen una gastronomía que permite al chef o cocinero improvisar el día a día y preparar platillos con productos frescos de temporada. Las reservaciones se concretan por medios virtuales y se proporciona una contraseña para darla al momento de llegar.

DARK KITCHENS

Imagen: Anton NazaretianUnsplash

Las dark kitchens o virtual kitchens surgieron, sobre todo, cuando inició la pandemia. Estos restaurantes virtuales permiten a los dueños y cocineros ampliar la cobertura de entrega de sus propuestas gastronómicas al ofrecer un espacio habilitado solo para la preparación de alimentos, por lo que el lugar tiene la finalidad de dedicarse exclusivamente a las entregas a domicilio a través de las diferentes plataformas delivery. Con estas “cocinas fantasmas”, la inversión es menor, siendo así que el concepto, el lujo, la decoración se concentra en los platillos y el personal que los preparan para ser recibidos en casa.

MERCADITOS CULINARIOS

Imagen: Mercado Roma

Una tendencia que lleva unos pocos años en nuestro país es el modelo de negocio multimarca o mercaditos culinarios, se trata de un espacio que concentra varias firmas de restaurantes y que posibilita que cada comensal elija el producto de su preferencia. Los consumidores se acomodan en un comedor común y en el cual reciben sus pedidos. Generalmente estos mercaditos ofertan gastronomía latinoamericana: platillos venezolanos, colombianos, peruanos y ecuatorianos brillan en este modelo, junto a nuestra comida. La decisión de establecer e inaugurar un modelo multimarca está directamente relacionado con el barrio y la afluencia de migrantes y extranjeros que se han asentado en él.

POP-UP RESTAURANTS 

Una oportunidad apta para los aventureros son las “cena sorpresa”: uno o varios chefs o cocineros eligen un espacio, puede ser una bodega, una galería, una capilla… una locación divergente y desconocida para los comensales hasta horas antes de degustar los platillos. Se trata de un ritual que prepara los sentidos para disfrutar un menú desconocido, unos compañeros de mesa por conocer y una plática por disfrutar.

FOODCOIN – PROGRAMA DE LEALTAD

En España existe un programa de fidelización que podría abrirse camino en este lado del Atlántico. Un grupo de innovadores crearon una app que acumula monedas por visitas a los restaurantes y bares afiliados. Se trata de Food coins: cada vez que un consumidor visite un restaurante afiliado, obtiene un porcentaje acumulable de food coins que, con la suficiente regularidad y acumulación, podrá hacerlo efectivo al pedir una cuenta. Mientras los usuarios consumen, intercambian y acumulan monedas, la app obtiene datos sobre preferencias y lugares favoritos que, a la postre, permitirá la personalización de promociones. Esta innovación desea convertirse en un “banco” de la hostelería y cuenta con inversionistas en Sudamérica, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

En Manchester, Inglaterra, la cafetería Ziferblat ha transformado la idea de negocio. Al entrar no habrá alguien atendiéndote a toda prisa y esperando que te vayas rápido para que el dinero continúe entrando, pues pagas por el tiempo de estancia y no por el consumo. Los comensales tienen a su disposición juegos de mesa, wifi y la comida y bebida que gusten. Cinco peniques es el costo por minuto y cada quién decide cuánto tiempo permanecerá. El café puede convertirse en el coffice de algunos oficinistas, el lugar ideal para descansar o entretenerse en alguna lectura, escribiendo o disfrutando el rato con los amigos.

Creatividad e innovación también se le exige a la industria que representa el 12.2% de los negocios de México y de la que dependen más de dos millones de empleos, según datos del Inegi, porque no solo de comida vive el hombre (y la mujer), también nos gusta experimentar otras opciones.

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