Autor: Iván Ramírez
Todos queremos que las marcas que produce nuestra compañía sean apreciadas y se tengan como valiosas en el inconsciente colectivo, sin embargo, no siempre es así. Quizá porque a veces subestimamos a nuestros clientes pensando que lo único que quieren es un precio a su alcance. Algunos productos sí pelean entre ellos por el precio más bajo, pero son justamente los que consideramos menos valiosos.
El valor que una marca ostenta se debe básicamente a que otorga a sus usuarios algo difícil de encontrar, escaso, una diferencia que se traduce de muchas maneras, incluso podríamos elegir algunas cosas al azar: un diamante, un vino de una cosecha especial, una obra de arte, la comida de un restaurante particular, la música de una sinfónica… y cada uno de estos ejemplos nos proporciona algo que es difícil de obtener, experiencias únicas. La perfección de una roca; buen sabor y buen aroma; emociones diversas; placenteros sabores; sonidos inigualables. Así es, la unicidad está íntimamente ligada con el valor, si tu marca pierde esto se vuelve común y se desvanece en el anonimato de los precios bajos.
Las marcas que se encuentran en BrandZ Top 100 Most Valuable Global Brands 2019, publicado por Kantar Millward Brown, nos hablan también de una de las características de nuestro sistema económico y social actual: o lo tienes o no lo tienes. Quien lo tiene se considera valioso y Amazon, Apple y Google son los primeros. Pero dejando de lado las valuaciones económicas, una marca puede construirse a si misma cuando sea capaz de ver a los otros y olvidarse de su propio punto de vista, reconocer tendencias y oportunidades donde sea. Lo que las grandes marcas tienen en común es que lograron captar la atención de sus clientes, consiguieron introducirse en su mente y llegar hasta sus sentimientos.
Existen cuatro puntos que tienen en común las grandes y valiosas marcas:
1) Otorga algo completamente diferente de la competencia.
2) Se mantiene como importante dentro de las opciones de los consumidores.
3) Cumple lo que promete su marca.
4) Es coherente y el mensaje siempre es el mismo en todos los canales.
La marca, como todo bien, debe entenderse, mantenerse e invertir en ella. Destina recursos, investigación, esfuerzo y tiempo en ella, no te arrepentirás.
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